Todavía hay escritos y libros que asimilan la lógica al pensamiento, o sea a aquellos procesos mentales que ocurren en las mentes.
En efecto, antiguamente se entendía que, si bien la lógica estudiaba el modo como se relacionaban oraciones o proposiciones en diferentes tipos de argumentos, el razonamiento mismo era identificable con el pensamiento.
Así, todavía circulan definiciones que caracterizan la lógica como "ciencia del pensar".
Esto es incorrecto, desde hace ya muchos años, la lógica moderna estudia específicamente el lenguaje -lenguajes naturales, lenguajes formalizados- independientemente de cualquier hipótesis psicológica acerca de la naturaleza de procesos mentales.
Nótese que una hipótesis psicológica es de carácter empírico, en tanto que la lógica es una ciencia formal.
Asimismo, el lenguaje es objetivo en tanto exteriorizado de las mentes, lo que facilita su tratamiento formal.