Cuándo una oración tiene valor de verdad, cuando es verdadera o falsa

Hemos ya hablado de los valores de verdad como conceptos semánticos que pertenecen a ciertas oraciones, pero hay que tener en cuenta que no toda oración posee un valor de verdad, o sea, no toda oración es o bien verdadera o bien falsa.
En este post estamos asumiendo una noción de verdad como correspondencia, como lo hace la mayor parte de la lógica y asumimos una bivalencia respecto de los valores de verdad: existen sólo dos valores de verdad (verdadero y falso).
El lenguaje puede ser utilizado con diferentes finalidades o propósitos, que han sido tipificados en lo que se conoce como las funciones del lenguaje.
Las funciones predominantes del lenguaje, las principales finalidades perseguidas al hablar son la expresiva, la directiva y la descriptiva o informativa.
Estas funciones del lenguaje tipificadas son casos ideales, pues en las situaciones concretas suelen estar combinadas, si bien siempre hay una función predominante.
Cuando el lenguaje es empleado directiva o expresivamente carece de valor de verdad.
La función directiva se encuentra cuando se profiere una oración con el objetivo de que una o más personas hagan o dejen de hacer algo, busca promover una conducta en otros. Por ejemplo, una maestra que les dice a sus alumnos "hagan silencio" o que les formula la pregunta "¿pueden callarse?" habla con la finalidad de que los alumnos dejen de hablar. Está empleando el lenguaje con una finalidad directiva.
Cuando alguien tiene la meta de expresar sentimientos, emociones o un estado de ánimo, emplea la función expresiva del lenguaje. Por ejemplo si dice "¡gol!", "¡bravo!" o "qué suerte que me llamaste", expresa sentimientos o emociones.
Pero cuando una oración es pronunciada con una finalidad descriptiva (también llamada función informativa del lenguaje), esto es, cuando se habla con la intención de describir una situación o un estado de cosas, entonces esa oración posee valor de verdad.
Oraciones como "el cartapacio está en el cajón de la derecha", "la inflación del país es del 30% anual" o "Napoleón Bonaparte murió en 1912" son todas oraciones cuya función predominante es la descriptiva, por lo que cada una de ella es verdadera o es falsa, lo que no ocurre con "¿pueden callarse?" ni con "¡bravo!"
La lógica estándar estudia el lenguaje con valor de verdad, oraciones que son o bien verdaderas o bien falsas, a las que la lógica proposicional llama proposiciones.